viernes, 17 de julio de 2015

Tiempo de la Misión -6:17:05 horas. Llega el Inquisidor




- Vaya, vaya, menuda sorpresa, el Glorioso General se deja ver en persona. Te hacía por hombre muerto a estas alturas, Crev. No te será tan fácil escapar esta vez.

- Antares Rheil... ¿qué significa esto? Tú, que en otro tiempo luchaste a mi lado, como un hermano. ¿Tú también has traicionado a la Orden Jedi?

- La Orden Jedi era débil, sumisa, ¡PATÉTICA! Lo mejor que le pudo pasar a la Galaxia fue su exterminio. Por una vez hay orden y paz. Y los sensibles a la Fuerza ocupamos el lugar que siempre debimos. Únete a nosotros, ¡el Emperador perdonará que te enfrentaras a él! ¡Tan solo deberás arrodillarte ante su poder!

- Así que tú también has caído en el Lado Oscuro. Me duele tu traición, Antares. Y no, yo no me arrodillaré ante tu Emperado, no traicionaré a la Orden y no caeré en el Lado Oscuro. El Emperador es un Sith, sólo se sirve a sí mismo y al Lado Oscuro. Si no lo ves así, deberé hacértelo entender.

Aparta de tu cabeza la fantasía de derrotar al Emperador. ¡Ya no quedan Jedi! ¡Se han extinguido! ¡Yo mismo he matado a unos cuantos! ¡A los que no vieron con claridad lo que yo sí! A los que cometieron el mismo error que tú.

- El que comete un error eres tú, Rheil. Aún quedan Jedi. Somos muchos menos que antes, pero aún no nos hemos extinguido. Quedamos los suficientes para acabar con el Imperio. ¡Será un Jedi quien derrote al Emperador! Y lo mismo acabará pasando contigo si no recapacitas.

- ¡Suficiente! Esta pantomima de rescate acaba aquí. ¡Ríndete! ¡Entrégame a la Almirante y todavía puede que haya un lugar para ti en la Ciudadela! No puedo prometer lo mismo para la escoria rebelde que te acompaña, ¡pero es tu única oportunidad!

- Sabes que no recorreré esa senda y que no puedo aceptar los términos de esa rendición. Si hemos de luchar, que así sea. Nunca imagine que me acabaría enfrentando a ti...

- Enfrentarte... ¿a mí? Creo que eso no será necesario. Me parece que esta será una estupenda oportunidad para poneros a prueba. ¡Vosotros dos! Mostradme de lo que sois capaces. Acabad con el General. Traedme su sable.

- Como ordenes.

- Será un placer.