Doctora encuentra paciente
Entreabres los párpados. Ves todo entre borroso y deslumbrada por una luz cálida. Lentamente vas recuperando la visión. Miras a tu alrededor hasta donde puedes alcanzar girando tu cuello, lo único que a duras penas puedes mover. Una habitación donde predominan los tonos blanco y pasteles, con muchos instrumentos alrededor. En un lado, una figura que parece de una mujer rubia, con colega, parece estar manipulando algo que la tiene ocupada.

Conforme recuperas el control y la sensibilidad de tu cuerpo, eres más consciente de tu situación... aaaAH!.. duele...
- Vaya, mira quién se ha despertado - un rostro amable de una mujer de mediana edad acapara la mayor parte de tu campo visual. - Me alegra ver que has vuelto con nosotros, cariño.
- ¿Qué... me ha... pasado? ¿Dónde estoy?
- Te ha pasado... que debes de ser una chica muy especial, con un par de dosis de buena suerte y otra de mala - te responde con tono maternal, mientras acaricia amablemente tu cabeza.
- La cabeza me da vueltas... ¿a qué se refiere con eso...?
- Me refiero, cielo, a que has tenido mucha suerte de que mi especialidad sea la xenobiología molecular y a que aquel hombretón tan apuesto te recogiera del suelo y te trajera directamente aquí. El tiempo no corría a tu favor y puedo asegurar que te ha salvado la vida.
- ¿La vida? ¿Qué me ha pasado?
- Lo que te ha pasado... - la doctora vuelve a su anterior posición y vuelve contigo -. Lo que te ha pasado es esto - continúa mientras señala ante ti un pequeño tubo de ensayo.

- Una ¿neurotoxina? ¿Dónde o cómo he podido "pillar" eso?
- Esa es la parte de mala suerte jovencita: esto es algo extremadamente raro e irregular. Puede que lo hayas inhalado... quizá lo has ingerido... De cualquier modo, tu buena estrella y aquel caballero de las túnicas blancas te trajo hasta mí y te pude administrar un antídoto.