viernes, 20 de marzo de 2020

Tiempos inciertos

Nos encontramos en un periodo de Oscuridad.
La libertad y la democracia se contrae de dolor bajo el yugo del IMPERIO GALÁCTICO tras el ascenso al poder del antiguo Canciller, Palpatine. Impotentes y abrumados por su maquinaria de guerra, una a una todas las civilizaciones caen bajo el dominio del NUEVO ORDEN.


Con la Orden Jedi, otrora defensora de la República, traicionada por Anakin Skywalker y al borde de la extinción, el Emperador ha eliminado la mayor amenaza para sus oscuros planes. La victoria de los Sith está a punto de ser completa.


Pero no todo está perdido. Cada vez surgen más héroes dispuestos a enfrentarse con la tiranía. La Galaxia contiene el aliento, expectante ante el incierto futuro de estos REBELDES en su lucha contra el gigante imperial.


martes, 29 de noviembre de 2016

En la cubierta inmediatamente inferior al puente de la Resurgimiento se encuentra la Sala de Guerra, dónde la Almirante Natasi Daala, el Capitán Celchu y el Coronel Serra discuten los pormenores de la operación que tienen entre manos.

- ¡Hmmm! Parece que ya están aquí tus hombres, Winter.

- Señora Morano, Señor Koning, bienvenidos a la Sala de Guerra. Les presento al Coronel Serra, nuestro Jefe de Operaciones. A la Almirante ya tienen el gusto de conocerla.

El fornido hombre escruta en silencio y severamente a los dos recién llegados con su único ojo sano.

- ¡Civiles, Winter! ¡Son meros civiles! ¿De verdad crees que podemos cargar todas las tintas en ellos?

- Le aseguro, Coronel, que serán eficientes en su misión. Estuvieron conmigo en Felucia, durante la liberación de la Almirante. El jefe y yo confiamos en ellos.

- Bien - replica con sequedad -. Supongo que como bien decías, dan el perfil

Koning actúa relajadamente, como si no le importara ser cuestionado por el Coronel. Winter les invita a escuchar el relato de la Almirante, explicación que Asha escucha de pie mientras que Koning se deja caer en un asiento.

- La Almirante les pondrá al corriente de la situación. Almirante... 

Winter acompaña sus palabras con un gesto de la mano que invita a Natasi Daala a tomar la palabra. Con porte y tono marcial, la Almirante expone la situación:


- Antes de que el Imperio descubriera mi colaboración con Winter, estaba implicada de forma periférica en un plan de Alto Secreto conocido como Proyecto Eclipse. 

La mayor parte de los detalles del proyecto me son desconocidos. Yo estaba encargada de transferir grandes cantidades de dinero y recursos para dicho proyecto.

Se trate de lo que se trate, es un proyecto de un gran interés para el Imperio, pues está llevándoles mucho esfuerzo, tiempo y recursos.

Desafortunadamente, no sé demasiados detalles. Sin embargo, durante el desarrollo de mi misión relacionada con el proyecto, descubrí que la Armada está ocultando al Senado su existencia transfiriendo los fondos a través de operaciones secundarias.

Los recursos financieros son encubiertos con operaciones dentro del Sector Corporativo, por medio de falsos contratos y a través del mundo criminal, por tantos pasos 
e intermediarios como es posible para mantener la pista alejada de sus auténticos fines.

Uno de los contactos intermedios más importantes de los que tengo conocimiento es un señor del crimen Hutt de Cato Neimoidia llamado Darga. Es un gangster codicioso y que ama el dinero casi tanto como su poder. 

Parte de mi trabajo consistía en transferir recursos a este Hutt, mientras que otros agentes Imperiales se hacían con otros recursos provenientes de las redes de su organización criminal.

El asunto no consistía únicamente en una transferencia de créditos. Los recursos transferidos nunca eran especificados, pero sin ninguna duda había un intercambio de bienes físicos.

Aunque sé que no es mucho, esta es la única pista que tenemos.

- Como ha explicado la Almirante, es la mejor pista que tenemos para averiguar de qué se trata dicho Proyecto. Nuestros planes son infiltrar agentes en la organización del Darga y averiguar su verdadera conexión con dicho Proyecto, reunir pruebas al respecto y con ellas exponerlo a la luz pública con el fin de mostrar a la Galaxia el verdadero rostro del Nuevo Orden de Palpatine. 



lunes, 28 de noviembre de 2016

Devian ha pasado las últimas horas deambulando sin rumbo fijo por los pasillos y correderos de la Resurgimiento. Si alguien reparó en algún momento en su presencia, no hizo ningún ademán de interrumpir sus grises divagaciones.

Sin saber muy bien cómo, sus pasos le han conducido hasta el área común de la Banshee. Darse cuenta de dónde se encuentra le hace recobrar la lucidez. Este lugar fue el último dónde se encontró a solas con Rahm Crev. Esta sala es lo más parecido a un oasis en el desierto para él: el último momento en el que se sintió esperanzado tuvo lugar aquí mismo.


Tuerce el gesto, apretando los ojos en un ademán de dolor. Pasados unos segundos, los abre y es consciente por primera vez de la mochila en el rincón. ¡El módulo de datos del cazarrempensas de la estación!

"Mucho me temo que puedan estar demasiado cerca de uno de los nuestros, mucho más de lo que pensaba inicialmente."

De este modo, entre susurros de fantasmas personales, Devian avanza decidido hacia el módulo de datos, aquel detrás del que se encontraba el General, y tras pasar sus dedos hábilmente por él, comienza a leer.



Esta es la información de la que hablaba. Esta era la misión tan importante que debía cumplir: reunir a los últimos de los Jedi.

"Sólo los Jedi pueden derrotar al Emperador y a Vader."

Los fantasmas, otra vez, hostigan sus pensamientos. Sí ha de hacerse, un Jedi deberá cumplir la misión.

martes, 15 de noviembre de 2016

Dos figuras de las que únicamente se distinguen sus siluetas hablan al otro lado de la pared de cristal translucido.

“Sorprendidos…”
“…Intolerable…”
“… no me explico cómo ha podido pasar…”
“… hablaremos con ella…”

Una niña de pelo anaranjado a la que le cuelgan todavía los pies de la silla atiende en silencio y cabizbaja a la conversación que se sucede a su espalda. Diferentes figuras se deslizan por el pasillo, demasiado ocupadas en sus asuntos como para prestar atención a la niña.

- Hola corazón. Parece que vuelvo a llegar tarde – una voz y una caricia saca de sus sombras a la niña.

El recién llegado escruta a través del cristal y parece sopesar la situación por un 

- Creo que mejor me quedo aquí contigo – decide, sonriendo y sentándose al lado de ella. La pequeña esboza una sonrisa triste para volver a dirigir inmediatamente su mirada al suelo, avergonzada.

El adulto contempla en silencio a la pequeña durante unos segundos, con el ceño fruncido y apretando los labios, pero relaja la expresión enseguida.

- ¡Pero mira cómo estás! Se te ha roto la camisa y tienes el pelo súper revuelto!  ¿Qué es lo que ha ocurrido, Asha?

La niña duda y hay unos segundos de silencio, pero acaba contestando sin apenas voz y mirando al suelo:

- Me he peleado – confiesa, entre dientes.
¿Qué te has peleado, hija? ¿Y por qué has hecho eso? Ya sabes que no me gustan las peleas, jovencita, no te hemos enseñado eso.
-¡Pero tenía que hacer algo papá! Estaban haciendo llorar a unas niñas pequeñas. Primero les dije que las dejaran en paz, pero entonces una me empujó, se rieron de mí y… y… -sniff sniff-. Yo solo quería hacer que pararan.

El adulto se lleva las manos detrás de la cabeza y se acaricia la nuca antes de hablar y la mira con expresión severa.

Y mírate dónde estamos ahora. El director nos ha hecho venir a tu madre y a mí, tendremos suerte si no te expulsan de la Institución. ¡Y tú estás hecha un desastre! ¿Estás contenta con lo que ha pasado?

La niña contesta desafiante

- ¡Yo solo quería que pararan! ¡Se estaban portando mal y estaban haciendo llorar a unas niñas pequeñas! 

Gimotea durante unos largos segundos y, su padre, tras unos segundos de duda, apoya su mano en la cabeza. Lejos de confortarla, este gesto hace a la niña romper a llorar y hundir la cabeza en el regazo de su padre.

- (moqueando) Papá… ¿estás enfadado conmigo? – le inquiere mirándole fijamente con unos enormes y brillantes ojos marrones.
¿Enfado? – medita un segundo su respuesta y responde ablandado-. No hija, no estoy enfadado contigo.
… Yo solo hice lo que hubiera hecho el Capitán Maddock…
¿El Capitán Maddock…?  (uhnmmm, bajando el tono de voz). – Mejor no le menciones eso a tu madre, madre, ¿vale? Todavía será capaz de hacer que esto se vuelva en mi contra.

lunes, 14 de noviembre de 2016

“¿Y veis esta cicatriz en mi costado? ¡Tuve que hacérmela yo mismo en Cholganna! Mis hombres y yo íbamos detrás de la mítica Sa Nalaor

¿Qué son esas caras? ¿No conocéis la historia de la Sa Nalaor? ¡ESTRELLAS, tragadme! ¿De qué Galaxia sois?

La Sa Nalaor es una nave Separatista perdida hacía mucho tiempo. Cuando el movimiento Separatista estaba próximo a fracasar en su lucha, se cuenta que su capitán la cargó con hasta el último crédito que logró reunir. Además, en ella viajaban los mejores cibertécnicos de la Galaxia en aquel momento.

Según contaba la historia, la Sa Nalaor tuvo que realizar un salto al hiperespacio de emergencia durante una batalla en el Borde Exterior. Por lo que se ve, la maniobra no salió bien: el hiperimpulsor debió sufrir fallos en los estabilizadores durante la contienda… y ¡nunca más se supo de ella!

¡Algunos pensaban que se había perdido para siempre! Que había pasado demasiado cerca de una supernova o se había estrellado con la sombra hiperespacial de algún gigante gaseoso. ¡Viajar por el hiperespacio no es como dar un paseo por campo, niños!”

-        ¿Y lo de la cicatriz, capitán Koning?

“Ah sí, la cicatriz. Como os decía, me encontraba en Cholganna, aislado del resto de la tripulación, mientras exploraba por mí mismo lo que parecían… ¡y en efecto: eran! Los restos de una parte del casco de la Sa Nalaor. Cuando… de pronto… se me echó encima sin que diera cuenta un Nexus! El muy maldito debía haber hecho de los restos su guarida, y no debían gustarle mucho los cazatesoros!


¡Yo le disparaba con mi bláster, pero se movía a la velocidad del rayo! Vacíe mi cargador, no sin antes herir a la bestia, pero no fue mortal. Me había dado zarpazos y mordiscos por todo el cuerpo… ¡por lo que íbamos empatados!

Pero yo me encontraba desarmado y sin posibilidades contra la bestia. Conseguí ocultarme de ella por un momento, y mientras ambos nos dábamos un respiro, tomé una determinación: ¡debería batirme con esa bestia cuerpo a cuerpo! ¡Pero mis dientes y uñas no eran rival para un Nexus… así que decidí arrancarme una costilla para usarla como puñal!

-        ¡Oooohhh!

Salí a su encuentro. Ella cojeaba. Babeaba y chorreaba sangre que debía ser mía de entre sus dientes. Yo la tanteaba… dábamos vueltas en círculos, midiendo a nuestro adversario cuando de pronto… ¡saltó sobre mí, elevándose sobre sus cuartos traseros, tratando de derribarme con todo su peso! Y los dos ¡chocamos! Un rayo iluminó las sombras de las ruinas, pues una tormenta tropical había empezado… (no sabéis lo que es llover, muchachos, si no habéis vivido una tormenta en Cholganna). Nos batimos como titanes, ¡rodamos por el suelo! ¡Sus zarpas se me clavaban! Perdí mi arma improvisada en el forcejeo y… cuando consiguió tenerme a su merced, encima de mí, ya me creía vencido, pero… y esto no sé cómo ocurrió, mi costilla apareció en mi mano y, tumbado como estaba, la bestia rugió victorioso a las lunas y, entonces yo vi mi momento y… atravesé con mi improvisado puñal su garganta media docena de veces.

-        ¿Y murió ahí?

“Claro que murió ahí. Su cuerpo inerte me cayó encima. Dio tiempo a que su cuerpo se enfriase antes de que recobrara el aliento suficiente para conseguir quitármelo de encima.

-        Pero hay una cosa que no entiendo capitán… ¿cómo consiguió llegar hasta su costilla para arrancársela? ¿Y cómo pudo luchar sin ella? Eso tiene que doler muchísimo.


“La adrenalina jovencito, ¡la adrenalia! ¡Es nuestro combustible: el desayuno de los héroes! Y ya me he cansado de historias. A ver, pimpollos, ¿alguno sabe jugar al Sabacc o al Prazak? Da la casualidad de que llevó mis barajas encima…

Como bien sabe la tripulación, los juegos de azar no están permitidos a bordo. Señor Koning, le estaba buscando: ¿sería tan amable de acompañarme?