Cyric Devian

Ficha
Naciste en Corusant y como es habitual en los planetas del Núcleo tu potencial en la Fuerza fue rápidamente reconocido. Tus padres accedieron a que fueras reclutado por la Orden Jedi con 6 años. Mientras crecías estudiaste en el Templo, con otros niños de tu misma edad y condición, desarrollando tus habilidades básicas en la Fuerza así como un entrenamiento físico. A los 9 años te tomó como Padawan Caballero Jedi Pal Edorian. Tu maestro estaba contigo y con otros Padawan cuando fue a unirse a otros caballeros para rechazar el ataque, ordenando que os escondierais. Los disparos de bláster y el restallar de los sables de luz se podían escuchar por todo el templo, alternados por el tintineo metálico de los sables de luz al caer desactivados al suelo.

Los demás Padawan y tú iniciasteis la huida, pero en un largo corredor os encontrasteis de frente con un pelotón de soldados clon. Cuando se percataron de vuestra presencia apuntaron hacia vosotros. Te sentiste, de pronto, conmocionado por un intenso dolor, un estremecimiento en la Fuerza. Un chico de los que te acompañaban lanzó un grito y cargó contra él activando su sable de luz. Dos más le siguieron uniéndose a su grito y a su destino. Tú permanecías paralizado por el miedo y el dolor, mientras en tu cabeza resonaban las últimas palabras de tu maestro "¡Escapad!, ¡Esconderos!": Lanzaste tu sable contra una trampilla de los conductos de ventilación que cruzaban el suelo y te perdiste en ellos. dejando así atrás a los padawan que te acompañaban y a los soldados. No has vuelto a saber más de ellos. Es muy raro que duermas una noche sin recordar sus caras, gritos y llantos.

Finalmente saliste al exterior del Templo, con la adrenalina y el miedo dándote fuerzas. Pero aún no habías escapado. Tenías que alejarte, correr, correr, correr... Sin pararte a pensar corriste y saltaste a un aerodeslizador que pasaba volando cerca del Templo y caíste dentro. Un hombre lo conducía... no recuerdas muy bien lo que pasó, él se asustó, no sabes muy bien si te golpeó a ti primero o fuiste tú a él... lo cierto es que no recuerdas nada desde que saltaste hasta el momento en el que te encontrabas sólo conduciendo el aerodeslizador.

Tú instinto te decía que tenías que alejarte inmediatamente de Corusant, así que te dirigiste al espaciopuerto y lograste esconderte en la bodega de carga de la nave Galatean, en la que permaneciste sin comida, muerto de frío y con la única compañía de los sonidos de muerte procedentes del Templo Jedi hasta que la nave llego a una estación espacial. Conseguiste evitar que te descubrieran al bajar.

Llevas 20 meses viviendo en la Estación de Sel Zonn, que orbita sobre el mundo de Brentaal, sobreviviendo y ocultando tu pasado Jedi. La verdad es que no te va del todo mal, has estado trabajando para ganarte la vida en cosas sencillas, aunque has empezado a arruinarte la vida con la bebida y haciendo muchas cosas que un auténtico Jedi jamás haría. Tú último trabajo es de lavaplatos en la Cantina de Gundark, pero sabes que tu situación allí no puede continuar así durante mucho más tiempo, especialmente desde que llegara a la estación una guarnición Imperial para hacerse cargo de la seguridad.

Muchas veces te preguntas si no deberías haber muerto también en el Templo, con el resto de tus compañeros... quizá ahora vivirían, seguro que el hombre del aerodeslizador seguiría vivo y no te perseguiría su rostro y sus recuerdo... Quizá... Sólo el Brandy Corelliano consigue parar los Malos Sueños, acallar por un tiempo a los muertos, calmar la ira que sientes hacia ti mismo y hacia la galaxia que se desmorona a tu alrededor, aplastada por una nueva tiranía que inicia una época más oscura de lo que la Galaxia puede recordar...