Asha Morano

Ficha

*Buenas noches señora Morano. Son las 21:13 horas, temperatura en el interior es de 21 grados y la humedad del 13%. ¿Qué tal ha ido el día?*

Haciendo algunos malabares para no tirar nada al suelo, descargas sobre la mesa de la cocina del apartamento el paquete que acabas de recoger en casa de la vecina (fue muy amable al recogerlo por ti mientras no estabas y dejar una nota en tu puerta), el arma de tu sobaquera y la mochila que llevabas a la espalda.

- Ha hecho un día estupendo, gracias


*¿Ha avanzado en su último caso, señora?*

- Ya te lo dije antes de salir, hoy me he tomado el día libre para ir a la costa. Creo que eres la IA de Hogar más olvidadiza y curiosa de toda Corellia, ¿sabes si aún estás en garantía?


*InTek Systems garantiza sus productos de por vida, señora. Si lo desea puedo iniciar mis subrutinas de diagnóstico para detectar cualquier anomalía.*

- ¿No eres capaz de captar la ironía, eh? - suspiras con una sonrisa- No será necesario. Cualquier día de estos yo misma meteré mano a tu programación. 


*Permítame advertirla de que InTek Systems no se responsabilizará de ninguna manipulación en el software.*

- Déjalo: eres un caso perdido. ¿Hay algún mensaje en el contestador?


*En su ausencia ha recibido tres mensajes. ¿Quiere que le prepare un refrigerio mientras se los reproduzco?

- Vaya, esa es la mejor idea que he oído en todo el día. Tomaré un Tanab Wildstar. Comienza la reproducción del primer mensaje.


*Enseguida, señora. El cóctel estará listo en un minuto en el procesador de alimentos*

Diferentes luces se iluminan en el apartamento, mientras que algunas otras se apagan, para dar paso a una imagen flotante en un par de metros al frente. En la imagen aparece un hombre de bigote y pelo cano, con ojos oscuros y mirada despierta.

- Hola Asha. Ya veo que parece que es cierto que te has tomado el día libre, no paras por casa ni comunicador personal, ¿eh? Bien hecho hija, no todo en esta vida es trabajo, aunque quizá yo no te di el mejor ejemplo, ¿verdad? - el rostro sacude la cabeza y sonríe, con la vista perdida por unos segundos -. ¿Has recibido mi paquete? - en este momento vuelves a recaer en él: InTek Systems, la etiqueta. Te dispones a abrirlo - Es nuestro nuevo modelo de computador personal, el segundo prototipo. Quería que le echaras un vistazo y me dijeras que piensas de él antes de que lo presentemos al cliente. No me gustaría nada no cumplir con sus expectativas, y si hay una opinión de la que me fio, es de la tuya - el rostro sonríe ahora con auténtico sentimiento- ¿Qué tal si vienes a comer o cenar a casa? Cualquier día nos vendrá bien. Hasta pronto. 

La imagen se desvanece coincidiendo por pocos segundos con el indicador del procesador de alimentos: la bebida está lista. Sostienes en las manos el pequeño modelo de computador del que hablaba tu padre mientras te diriges hacia la bebida. Compacto y ligero, eso se puede apreciar a simple vista. 


*¿Desea que reproduzca el siguiente mensaje?*

- Sí, adelante - te diriges a un sillón y, en esta ocasión, la imagen se forma delante de él. Aparece un rostro masculino, familiar, que si no lo conocieras tan bien te conseguiría engañar: está contrariado.

- Vaya, ¿no estás en casa? Bueno... es normal, dijiste que ibas a tomarte el día libre. Sé que debería hacer lo mismo, pero hay algo en este caso que tenemos entre manos... que me trae de cabeza. Ya sabes lo que detesto que las cosas no encajen, y en este asesinato no encaja nada. Empezando porque nos encarguemos nosotros de él - el tono de voz se agita animadamente - ¿no debería estar la brigada investigando la muerte del Senador? - la imagen aparta con la mano algo imaginario frente a él - Ya, ya sé que no se considera un asesinato y que esta es una investigación de rutina. Pero si es así, ¿por qué no para de husmear por el Centro de Mando ese enlace del delegado de gobernación Imperial? He estado revisando los archivos, las pruebas y toda la documentación personal del Senador que nos facilitó Alesha. No sé si se nos está pasando algo por alto o si es pura paranoia - el hombre se queda en silencio unos segundos, con la mirada perdida en algo que escapa al ángulo de la cámara.- Bueno, espero que hayas pasado un buen día con... ¿cómo me dijiste que se llamaba? ¿Joss? - los músculos del cuello se tensan - Perdóname, no debería haberte molestado en un día libre. Yo voy a seguir tirando de un hilo... ya te contaré mañana. Hayden, corto.

¿Podía ser verdad? ¿El impertubable Chaning Hayden había mostrado algo parecido a "celos"? ¿El tempano de hielo se estaba ablandando? Menuda sonrisita de idiota se te debía estar poniendo en la cara ahora mismo. Eso merecía un trago para celebrarlo. 


*Señora, ¿desea que reproduzca el último mensaje?*

- Adelante - dices mientras te levantas, todavía azorado por lo que te parecía toda una revelación. Demasiado impactante para seguir sentada.

El mismo rostro aparece, en un escenario distinto. Emite desde un comunicador personal, mientras camina por la calle.

- ¡Asha, esto es urgente! Creo que he encontrado algo. ¡Por ahora son solo algunos puntos que se unen y flecos sueltos, pero lo que no tenía ningún sentido ahora podría tenerlo! - se detiene para mirar alrededor de la calle, visiblemente preocupada -. No podemos hablarlo aquí, ni si quiera en Corellia - vuelve a detenerse -. Esto es muy peligroso. Confía en mí: dirígete ahora mismo al espaciopuerto y toma el primer transporte fuera del planeta - parece estar ojeando o leyendo algo mientras habla -. ¡Esto es! Brentaal es perfecto. Nos encontraremos en Brentaal - hace una pausa, se detiene en su caminar, mira alrededor y fija su mirada en el comunicador, contenida de emoción -. Ten mucho cuidado. Y no confíes en nadie.

¿De qué demonios estaba hablando?  No puede ir en serio. ¿Qué se cree que es esto, una novela de detectives de las holopelículas? Pero Chas no era así, apenas nada la podía perturbar tanto. ¿Podría ir en serio...?


*Señora, he considerado que le podría interesar saber que el computador central ha registrado la entrada de tres agentes de la SegCor han entrado en el edificio. ¿Quizá sean sus compañeros que vienen a atender un aviso?*

No puede ser en serio. Es una coincidencia. Pero... de verdad, ¿el trabajo en la SegCor no te habían enseñado ya a desconfiar de todas las coincidencias? 

No tenías un segundo que perder: vuelves a cargar rápidamente la mochila con la que entraste, te la echas al hombro y el arma... el arma mejor la llevarás en la mano.